Té Helado

El té helado, un refrescante cóctel que ha conquistado paladares alrededor del mundo, tiene sus orígenes a principios del siglo XX en los Estados Unidos. Aunque el té como bebida ha sido popular durante siglos, la versión helada comenzó a ganar popularidad en la Exposición Mundial de 1904 en St. Louis.

Durante un verano particularmente caluroso, el vendedor de té Richard Blechynden encontró poco éxito en la venta de su té caliente. Ingeniosamente, decidió enfriar el té vertiéndolo sobre cubos de hielo, y el resultado fue un éxito instantáneo entre los asistentes de la feria.

La popularización del té helado fue rápida, y pronto se convirtió en un elemento básico en los menús de cafeterías y restaurantes en todo el país.

Esta bebida se adaptó fácilmente a los gustos locales, añadiendo diferentes sabores y variaciones. En el sur de los Estados Unidos, por ejemplo, se prefiere un té más dulce, mientras que en otras regiones se sirve con menos azúcar o incluso con un toque de limón para realzar el sabor.